Tan rápido como se dio la negociación para que el español Francisco “Paco” Olmos se convirtiera en el nuevo mentor de la Selección boricua de baloncesto, así mismo comenzó a trabajar y a pensar en el primer objetivo: clasificar a la próxima Copa del Mundo.
Un día después de su nombramiento, Olmos se reunió en la mañana del viernes con los miembros de su cuerpo técnico y continuará en reuniones hasta que inicien los entrenamientos, el próximo jueves.
En términos tácticos, su plateamiento se basa en dos pilares: buena defensa y juego colectivo en ofensiva.
“Siempre digo que una selección tiene que ser un equipo, no tiene que ser unos jugadores que se juntan y luego cada cual sigue haciendo su vida. Más que un sentimiento de representar a tu país, hay que formar un equipo. Esa es la primera idea que yo tengo que intentar inculcar en este grupo, que, al final, el juego colectivo es lo que se llama baloncesto, sin quitar la idiosincrasia ni el talento individual que existe aquí, que es grande”, expresó Olmos el viernes en entrevista con Primera Hora.
“A partir de ahí, tenemos que trabajar duro, tenemos poco tiempo. Tenemos que montar un equipo con una buena situación defensiva. Las grandes competiciones sin defensa no te permiten nunca tener una opción para ganar”, añadió el seleccionador natural de Valencia.
Olmos sabe que una de las principales dificultades para conseguir la clasificación al Mundial es el poco tiempo de preparación que tendrá el equipo antes de comenzar el Campeonato FIBA Américas el próximo 30 de agosto en Caracas, Venezuela.
“Son dificultades que al final hay que asumirlas, solucionarlas y no usarlas como excusas”, dijo al respecto el nuevo mentor de la Selección.
La visión de Olmos es ajustar ciertos aspectos del juego colectivo europeo al estilo de juego de los baloncelistas boricuas.
“Tenemos que construir, con el talento que tenemos, un equipo con un nivel defensivo alto, un equipo que piense desde la defensa para ganar y para construir su ataque. A partir de ahí, creo que no debemos perder el juego puertorriqueño, un juego rápido y en transición; tenemos jugadores muy importantes para poder hacerlo”, explicó el dirigente de 43 años.
“Luego, sí me gustaría tener un buen juego de medio campo, un baloncesto organizado donde juguemos la mejor opción y donde se vea un juego colectivo que, al final, es difícil de defender para los equipos rivales”, añadió.