Caracas, Venezuela – El técnico de la selección venezolana de baloncesto, el argentino Néstor “Che” García, tendrá que buscar la manera de disimular la ausencia del pívot Grégory Echenique, quien el martes renunció a jugar el Campeonato FIBA Américas debido a que debe presentarse a la pretemporada de su nuevo equipo, el Nackar Riesen de Alemania.
Ante la baja de Echenique, único centro natural con el que contaba el conjunto, los ala-pívots: Windi Graterol, Juan Coronado, Néstor Colmenares y el inexperto Heberto Guanipa son los llamados a suplir la vacante en la pintura.
De estos jugadores, Graterol es el que más se ha fajado en el puesto cinco a nivel internacional. Así lo hizo ocasionalmente en los últimos dos años, en la era del coach Eric Musselman, cuando venía desde la banca a descansar al propio Echenique.
La ventaja del caraqueño es que es muy bueno ejecutando el pick and roll y posee buen tiro de media distancia. El problema es que no tiene el físico ni la altura (2,04 metros), para contrarrestar a adversarios de la posición.
Coronado y Colmenares tienen la fuerza para defender a jugadores del puesto cinco, pero les falta la altura. Ambos miden 2,03 metros y eso es poco para una posición en la que hay hombres que por lo general están sobre los 2,06.
Luis Bethelmy también pudiera ayudar en la zona interna, pero es de características similares a las de Coronado y Colmenares. Debido a su tiro exterior, es probable que esté prestado mayormente al puesto tres, en donde también hay escasez de personal.
Guanipa es el más alto con sus 2,06 metros, pero es el que menos roce tiene. El joven de 23 años juega en Estados Unidos en la NAIA, que es una liga universitaria, pero de menor nivel que la NCAA.
El “Che” tendrá la última palabra, luego de la evaluación.
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